ROCA DEL MALECÓN
Ahora que te arrepientes
de no haberme besado,
te dejo mis poemas, mi código celeste,
mi dirección aquarius, mi correo surreal.
Puedes mandarme avisos, mensajes y preguntas,
lágrimas purpurina y pompas de jabón,
le haré una crucecita a todo lo enviado,
acusaré recibo de tu dedicación,
pero en la noche honda sabrás que te he olvidado,
ahora soy una roca que baña el malecón.
Sobre mi espalda agreste me lanzan los chiquillos
viscosas elegías, prolongación del yo.
Tengo párpados duros de tanto haber llorado,
rugosas las mejillas por la erosión.
Se nos rompe el planeta, todo se ha terminado,
¿Qué tal esa promesa que le hiciste a Dios?
¿Eres un hombre íntegro, intachable y probado?
¿Te concedió ser tú, a cambio del amor?
(Diana María Ivizate González, Yo te he querido en sueños. Valencia, Aduana Vieja Editorial, 2014)
En este blog comparto poesía, como una de las manifestaciones del arte que más llegan al corazón de los lectores. La poesía sensibiliza, abre puertas, ensancha el conocimiento por medio de la imagen, nos ayuda a ver un mundo más allá de lo aparente. Diana Ivizate
Tu lenguaje es tu signo
La poesía es un mundo que se esconde más allá de lo aparente...
Diana Ivizate
viernes, 19 de septiembre de 2014
domingo, 14 de septiembre de 2014
Mi cisne
Mi cisne
Yo te admiro, mi cisne,
eres bello y plateado...
Miras al infinito con tus ojos rasgados.
Ese lago dorado donde te bañas tiene
tantas flores de loto...
Y tus plumas mojadas
dejan sediento al sol.
Siempre que yo te miro
escondes la cabeza
y sacas con el pico un pecesillo agitado.
Ese será mi premio cuando yo te suspire,
cuando aspire a tenerte, sin razón ni motivo,
pensaré que ese pez que agitas en el pico
tiene una vida efímera
y aún lucha por salvarla...
Agitándome entonces para soltarme de tus recuerdos,
yo salvaré mi amor, el que te tengo,
el que siento por ti,
tu indiferencia me hará sobrevivir,
y en el lago dorado miraré las estrellas,
que leeré en secreto, como si fuesen
mensajes para mí.
Yo te admiro, mi cisne,
me quedaré a tu lado,
aunque tú no me mires,
ni suspires por mí.
(Diana María Ivizate González, Yo te he querido en sueños. Valencia, Aduana Vieja Editorial, 2014)
Yo te admiro, mi cisne,
eres bello y plateado...
Miras al infinito con tus ojos rasgados.
Ese lago dorado donde te bañas tiene
tantas flores de loto...
Y tus plumas mojadas
dejan sediento al sol.
Siempre que yo te miro
escondes la cabeza
y sacas con el pico un pecesillo agitado.
Ese será mi premio cuando yo te suspire,
cuando aspire a tenerte, sin razón ni motivo,
pensaré que ese pez que agitas en el pico
tiene una vida efímera
y aún lucha por salvarla...
Agitándome entonces para soltarme de tus recuerdos,
yo salvaré mi amor, el que te tengo,
el que siento por ti,
tu indiferencia me hará sobrevivir,
y en el lago dorado miraré las estrellas,
que leeré en secreto, como si fuesen
mensajes para mí.
Yo te admiro, mi cisne,
me quedaré a tu lado,
aunque tú no me mires,
ni suspires por mí.
(Diana María Ivizate González, Yo te he querido en sueños. Valencia, Aduana Vieja Editorial, 2014)
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