... Y por esta caverna pasarás
ignorando la gota que se aferra a la rugosa superficie
y que resbala a pesar de todo.
No mirarás mensajes ni pinturas rupestres,
ni el grito de las rocas a tu paso te hará escuchar,
y así, cubierto contra la humedad,
indiferente,
empujarás tus pasos al final del camino
y allí hallarás la luz
que ha de perderte para siempre.