El espejo
Hay alguien que se mira en este mismo espejo,
alguien que va y que viene mecido por el viento,
con pasos sigilosos de quien ama en silencio
a los hombres, las cosas (con humanos secretos),
al viejo aquel y al perro.
Alguien que quizá sepa que en esta otra cara del espejo
también el viento mece los sigilosos pasos de quien ama en silencio,
y el duende es quien más cerca está de los secretos,
sólo falta el encuentro.
(Diana María Ivizate González, Ocultas fragancias que golpean)
No hay comentarios:
Publicar un comentario