PARA EMPRENDER EL VUELO
lo primero será
escoger las alas
a tono con los tiempos:
cortitas y ceñidas hoy complacen a todos.
Alargadas y extensas causan choques frontales
contra los detractores de volar.
Disimuladas, que casi no parezcan
que casi no se sientan,
que no se puedan elevar…
Las negras y caladas sólo para la mente,
interiores, calientes,
listas para escapar.
Y atravesar ventanas y ruinas y sermones…
Volar y confesar…
(Diana María Ivizate González, No se permiten fantasías. Madrid, Editorial Claroscuro, 2014.
http://dianaivizate.blogspot.com.es)
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