Eva en el Templo
de Éfeso,
indagando con Diana.
Una a la otra se dicen
maravillas.
No se sabe quién caza y quién propone.
¡Quién pudiera escuchar esas palabras!
Pero parecen dulces
por los suaves
movimientos del alba:
la noche es un secreto
que no tiene testigos.
¿Qué fue primero
el huevo o la gallina?
¿Fuiste tú la primera
en ser tentada?
Sí, responderá Eva.
No contestará Diana.
(De mi libro: Paisajes de mujer/Womanlands)
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